El tercer álbum de la cantante vallisoletana se presenta como un
homenaje a una de las personas más importantes de su vida, por ese papel tan
fundamental que desempeñó durante su infancia más tierna, así como en el resto
de su vida: su abuela Estrella. Bajo la dirección musical de Pablo Ortega,
Abigail estrena 10 canciones inéditas así como una versión salsa del tema “Di
que sí”, popularizado gracias a su incorporación a la B.S.O. del largometraje
español que lleva su mismo nombre. La evolución de la carrera de Abigail se ve
claramente manifiesta en esta nueva producción, donde se experimenta con nuevos
sonidos a cada cual más especial.
DESDE EL ACANTILADO
De la más absoluta intimidad al
grito desgarrado de frustración. La falta de coraje para afrontar las
situaciones nos hacen divagar en suposiciones que queremos sean plausibles.
¿Pero cómo hacerlo? ¿Cómo decir que no más? ¿Cómo decir… que se acabó? En el
fondo de nosotros sigue latiendo una esperanza de que las cosas vuelvan a
encauzarse pero… de pronto, la realidad nos aborda y con un yunque nos pone los
pies en la tierra… No es posible… ya no… La primera vez que escuché esta canción,
sentí un escalofrío de tristeza, hoy ese escalofrío y yo somos íntimos
conocidos.
Mejor momento: “Quien tuviera coraje para jurar banderitas de encaje,
para achicar las fronteras, para mudarse a tu nido, para encender una hoguera a
tu vera… para pagar el olvido… Si tuviera valor te diría otra vez al oído, que
no más nuestro amor”
NOTA: 10
DÍ QUE SÍ
Una de las baladas más
espectaculares de Abigail, me cruje el alma porque se lo que es vivir esta
misma situación. El estremecimiento se instala desde la primera sílaba hasta el
final y es que cuando se tercia la ocasión de amar sin contemplaciones,
dejándose llevar por la corriente, conscientes de todo lo que se avecinará y
predispuestos a la sorpresa venidera, el mundo cobra su sentido. Di que sí… es
todo un mundo.
Mejor momento: “¿Para qué vamos a actuar si estamos frente a frente y
siento arder mi cuerpo?” // “Di que sí, que yo soy para ti, todo tu mundo”
NOTA: 10
MI VIDA ES MÍA
La rumba no podía faltar y no
tarda en asomarse. Muy en la línea de “Si hay sueños hay caminos” en esta
ocasión la reafirmación se escuda en lo más importante en la vida: quererse a
uno mismo y defender tu vida, su dignidad, con uñas y dientes. Si alguien puede
evitar no mover un solo ápice de su cuerpo mientras escucha esta canción es que
no tiene sangre en las venas. El toque de color de “Mi estrella” gracias a ese
punteo de guitarra y la magia nacida de las teclas del piano.
Mejor momento: “Que no me cuelguen cadenas, que mi vida es sólo mía”
NOTA: 7.0
TIEMBLA MI PIEL
Es muy complicado encontrar
canciones de desamor en un disco de Abigail, y en este más aún. Con “Tiembla mi
piel”, volvemos al mensaje de “Lindo”, “Bésame el alma” o “Pídeme un beso”. La
atracción, la dependencia de la llamada de la piel y los bajos instintos y la
poca capacidad de control de nuestros impulsos nos vuelven transparentes ante
el otro. Pero… ¿Por qué esconderlo? Entramos en el manifiesto del estremecimiento,
y reivindicamos lo bello de todo ello. Preciosa canción que imprime una dulzura
inusitada a la que tanto nos tiene acostumbrados esta grande.
Mejor momento: “Huir y volver de eso que llaman anhelo, volver a decir
que tú eres mi dueño”
NOTA: 8.0
HASTA QUE APAGUES TU SED
Si el verso pudiera ser humano,
se desdoblaría en dos seres que se aman y se haría el amor con esta canción. No
puedo evitar cierta excitación, cierta inclinación a necesitar el roce de mi
piel luego de escuchar esta canción, porque es simplemente maravillosa. Uno de
los mejores de su discografía, capaz de transportarte a cualquier lugar que tu
imaginación construya. Miles de emociones, sea como sea, cantar esta canción es
tener la sangre ardiendo en las venas, y volverse medio loca por no poder
sosegar la lujuria del alma, el romanticismo y la sed de amor.
Mejor momento: “De este fuego medieval habrá que escapar sin miedo a
volar ni a nada. Nos dispara el corazón con un punto ó dos de calma, pétalos de
flor de miel que saben muy bien, ven y bésame en la cara… ven y bésame en la
cara… Y en los labios y en el cuello bésame por todo aquello hasta que apagues
tu sed, y en las manos y en los senos bésame que yo te quiero, que soy tuya
bésame”
NOTA: 10
LOCURA
Con un poco más de ritmo, un poco
flamenco aunque en lugar de respaldado por una guitarra como instrumento
prevalecedor, en esta ocasión es el piano el que marca la pauta. “Locura” es
una de esas canciones que se cantan a pleno pulmón por la felicidad que te
provocan. Lo mejor del tema es esa interpretación a medias entre el estilo calé
y cubano habanero de “Mueve tu cuerpo divino, al ritmo de esta canción sincera”…
Precioso tema.
Mejor momento: “Me dejas con la sensación del deseo que está por
llegar. Y te miro y tú me pides más y haces que me estalle el amor”
NOTA: 9.0
UN BESO EN EL AIRE
Por mucho tiempo tuve un cierto
sentimiento de animadversión por esta canción, no comprendía cual era su fin,
su objetivo, y ahora que lo entiendo, que veo más allá, que leo entre líneas,
es cuando me arrodillo ante ella y le pido perdón. “Un beso en el aire” es una
de las canciones más sensacionales del disco, porque encierra tanta verdad,
tanta vida en ella que duele solo escucharla. Vivimos en un mundo loco,
enfermo, donde quien maneja las cuerdas de nuestras vidas viven corrompidos por
la ambición, dónde quienes preservan por nuestro alma actúan en nombre del
altísimo haciendo lo que se le viene en gana, y nosotros, mientras tanto, en
lugar de vivir y aprovechar cada ocasión, nos volvemos reticentes y temerosos.
No sabemos lo que hay fuera, pero sí lo que podemos intentar crear con amor y
dedicación. “Un beso en el aire” es una súplica a dejarse llevar por lo único
hermoso que nos ayuda a sobrevivir como seres humanos ante esta existencia tan depravada.
Mejor momento: “Hay quien pronuncia discursos que todos asienten con
cara de bobos, y aplauden banderas de vivos colores, medallas al necio,
medallas al loco…, Hay quien en nombre del padre un huérfano deja perdido en la
calle, y Dios que lo mira, maldice su nombre, si Dios maldijera, malditos los
hombres… Ay, mi amor, como llora esta tarde… Ay, mi amor, hay un beso en el
aire… Ay, mi amor que la noche es tan negra y hay tanto silencio… Ay, mi amor,
no hay quien gane batallas en nombre del miedo.”
NOTA: 10
HABLO DE TI
Rompemos con el romanticismo para
caer en las redes de su cara B… El desamor, el olvido enquistado en la memoria,
que se resiste, se aferra y nos deja un mal sabor de boca. ¿Qué vida me queda
si no puedo avanzar? ¿Cómo volver a ser yo si no puedo soltarte la mano? Vivo
esta canción desde hace mucho tiempo en mis propias carnes y me consume día
tras día, por eso la adoro y la odio al mismo tiempo, porque los arañazos en el
orgullo y en mi dignidad me escuecen todavía.
Mejor momento: “En tus ojos aún encuentro los míos, y en mi cuerpo aún
recuerdo tus manos, y en tu boca el primer beso que te di”
NOTA: 10
AMOR DE LOCOS
Otro de los grandes, más grandes,
indiscutiblemente es este “Amor de locos”. Desde que la escuché supe que jamás
me cansaría de oírla. La adoro, cualquier cosa que dijera de ella seguro que
estaría falto de chispa, porque ella se define por sí misma. Me encantaría
escucharla en directo… cantarla de refilón mientras Abigail nos deleita con su
voz junto a ella. La prepotencia del amor, el todo o nada, el aquí y ahora, el
pozo sin fin de pasión que sentimos en el estómago bombear día y noche cuando
estamos enamorados, es una auténtica locura. Soy una lunática confesa de este
tema… La sonrisa se me despierta, me emociono… ahora… me siento feliz…
¡Gracias!
Mejor momento: “Quiero que esta locura vaya dando la vuelta a mi
cintura… Quiero que no se acaben, las cosas que solo tu sabes, y que no son de
este mundo, y me da igual, es tan profundo, que te quiero un poco más cada segundo”
NOTA: 10
PARA SENTIRME AMADA
La soledad no se gestiona con
facilidad. Los vacíos emocionales pueden perturbarnos y hacernos caer en la más
profunda de las tristezas, por eso demandamos atención, exponemos lo que
necesitamos… al amor de nuestra vida. “Para sentirme amada” es un bonito
broche, un tema… fabuloso.
Mejor momento: “Quiero tu risa, quiero tu llanto, quiero tu alma,
quiero tus manos, y no sentir el romper de las olas contra la pared de mi
cuarto estando a solas (…) Yo no quiero que tú me compres el mundo, quiero cada
uno de tus segundos, de tus instantes… Para sentirme amada”
NOTA: 8.0
DÍ QUE SÍ (VERSIÓN SALSA)
¿Y una balada puede transformarse
en una salsa? ¡Pues sí! Y de qué manera. Si el amor vive una fiesta, esta es la
ocasión perfecta para demostrarlo. Sal a la pista, baila y disfruta plenamente
este ritmo sandunguero.
Mejor momento: “¿Para qué vamos a actuar si estamos frente a frente y
siento arder mi cuerpo?” // “Di que sí, que yo soy para ti, todo tu mundo”
NOTA: 10
PUNTUACIÓN FINAL: 9.22
La Abigail de siempre con un toque distinto. Magnífica producción que
levanta emociones siempre que lo escuchas. No hay canción banal, no hay
sentimiento ausente. Se nota el mimo con el que se ha grabado y la buena
selección de los temas. Un gran paso adelante en la carrera de Abigail. Uno de
sus discos más especiales para mí… Lo adoro.
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