EL DISCO llega en 1985. Podríamos decir que, Lucía y Joaquín, es el
álbum que mejor define a los hermanos galán, pues en él encontramos amor, desamor, pasión y un
sinfín de emociones y sensaciones. Este fue, además, el primer trabajo en el
que el dúo se convirtió en trío, con un invitado de excepción: el gran Dyango.
Así fue como Pimpinela logró consolidarse en su segunda patria, con un disco
completo. Tanto fue así, que se publicó en varios idiomas, entre ellos el
portugués que en Brasil se llamó “Esse Homem”. 10 canciones. ¡Descubridlo, no
os arrepentiréis!
La mejor de las aperturas
posibles viene a dar con una historia intensa y ciertamente trágica. Cuando
existe un triángulo amoroso es porque algo o alguien ha fallado. La
conversación entre dos amigos se intercala con las palabras de una esposa que
ha abandonado el hogar en el que no se sentía amada. Entre lamento y lamento y
consuelo pretendido, Joaquín trata de convencer a Dyango de que le ayude a
recuperar a su mujer, pero él no puede… ¿Por qué será?
Mejor momento: “Ese hombre no quiso hacerte daño, no le guardes rencor,
compréndelo, no lo dudes, es tu amigo y te quiere, porque ese hombre… ese
hombre… soy yo…”
NOTA: 10
AMIGA DEL ALMA
La siguiente historia también
duele, aunque de distinta manera. El amor, la amistad… mezclarlos puede
resultar un cóctel explosivo y arrasar con todo lo que a su paso encuentre. Es
muy duro llorar lágrimas de decepción y desesperación, sobre todo cuando la
causa parece estar perdida. Una amiga suplica a otra que por favor, no avance
en esa relación puramente sexual, pues ese hombre al que pretende es el que ama
su mejor amiga. El desconsuelo no encuentra alivio ni tan siquiera en el hombro
de su mejor amigo. Por mucho tiempo fue una de mis favoritas… preciosa…
Mejor momento: “Compartimos secretos, aventuras y sueños, siempre
estuvo conmigo en los peores momentos, y aunque quiero entenderla, te juro no
puedo, solo ella sabía… cuando lo quiero”
NOTA: 9.0
Por primera vez, el dúo se
descompone para darse la oportunidad de defender un tema en solitario. En esta
ocasión es Joaquín quien toma la iniciativa con un tema que al principio no me
cautivaba y ahora es otro de mis favoritos de su discografía. El amor a primera
vista, cada músculo de nuestra anatomía paralizado y las neuronas precipitándose
a reproducir un discurso mínimamente coherente que nos ayude a descifrar algo
sobre esa persona desconocida que tenemos enfrente y ya amamos. Una preciosa
balada, muy íntima y con una acústica que bien recuerda a esos momentos en los
que el bullicio desaparece, todo se esfuma en sombras y una luz ilumina el
objetivo, mientras la contemplamos embelesados.
Mejor momento: “Ya la fiesta ha terminado, todo el mundo ya se ha ido,
el al fin se fue a tu lado, yo camino y camino. El silencio de mi casa, esa
música en mi oído, y de pronto tu cuerpo, que me angustia, que me mata…”
NOTA: 10
YO, LA DUEÑA DE LA NOCHE
Llega el gran shock, la canción
inesperada, ésa que no es sólo un simple tema, sino una historia real e
inmensamente trágica. Una mujer conocida por los hermanos Galán en su niñez,
que ahogaba su locura entre tragos de cantina en cantina. Demente por error,
por la angustia de los celos que carcomieron su sensatez y la abocaron a la
soledad perpetua. Una magnifica personificación de Lucía en esa pobre mujer, y
la voz en off de Joaquín narrando la historia de ese marido, de ese pobre
infeliz que desapareció del mundo antes de tiempo… (El tema en los conciertos
más aclamado… Basta con escucharla para saber por qué)
Mejor momento: “Él llegó, yo no dormía, cuando se acercó a abrazarme,
puse fin ahí a su vida… y vinieron a buscarme, estoy aquí desde aquél día, y en
la noche al acostarme aún lo escucho… todavía… (tranquila, amor, tranquila…
duerme que soy yo, mi vida) Y yo me reía… porque al final sin querer descubrí…
que él no me mentía… Esas caricias eran solo mías, todo fue invento de mis
fantasías. Yo era dueña de su vida y él ya no vivía. Y una mañana me marché a
buscarlo para estar juntos como el primer día, y al encontrarme me dijo
tranquila amor… tranquila”
NOTA: 10
Rozamos el ecuador luego de una
intensa emoción de ese grandísimo tema para saltar a otro no menos pasional. Cuando
en una pareja no son dos los que dan ni reciben, es difícil terminar
manteniendo la compostura y salvar algo que está abocado a la destrucción.
Cuando se da el paso definitivo y la otra persona pone impedimentos para todo,
pues te toma como una más de sus posesiones, la revelación es una obligación.
¿Y quién eres tú? Es la pregunta a muchas respuestas que no se dan, porque jamás
se pensó siquiera en ellas… Es la canción de las valientes que rompen esquemas
y luchan por su felicidad.
Mejor momento: “Déjame, te pido libertad, lo nuestro no va más,
entiéndeme, me muero sin amor, y quiero encontrar otra oportunidad (es fácil
para ti, quererte separar, no importa, intenta ser feliz porque este es tu
lugar para bien o para mal) ¿Quién eres tú, para obligarme a estar presa de un
amor por el que ya no haces nada? (¿Y quién eres tú, para decirme así como así que deje todo y me vaya?) ¿Quién eres tú, que
no te queda valor para enfrentar algo que ya está terminado? ¿Y quién eres tú,
que ni siquiera me haces sentir que tengo un hombre a mi lado?
NOTA: 10
SÓLO TÚ, SÓLO YO
¡Amor! ¡Amor! ¡Bendito amor!
Montaña rusa de sensaciones, con una velocidad acelerada, trepidante y
completamente demente. “Sólo tú, sólo yo” es un mundo pintado a nuestro antojo;
las batallas que superamos estoicamente y con valor por algo que realmente nos importa.
El desamor vestido de gala, con un himno en pos de su salvación. Una de las
canciones más divertidas, apasionadas y románticas no sólo del disco sino de
toda su discografía, que en las giras, da un juego espectacular.
Mejor momento: “Sólo tú, sólo yo, en el medio de un mundo sin alma. Sólo
tú, sólo yo, sin poder encontrar ya la calma. Sólo tú, sólo yo, dos fantasmas
de un bello pasado. Sólo tú, sólo yo, parecemos caer y de pronto otra vez… Sólo
tú, sólo yo, aún en pie a pesar de la herida. Sólo tú, sólo yo, con la fe del
que ama la vida. Sólo tú, sólo yo, intentando escapar de este infierno. Sólo
tú, sólo yo, como un náufrago sobreviviendo.
NOTA: 10
Y llegamos a mi pelea favorita,
porque desde la serenidad se dicen tantas cosas. Comedida y, al mismo tiempo,
visceral, Lucía decide no seguir luchando por algo que no tiene sentido y
recuperar las riendas de su vida. Lejos de caer en el error del ataque fácil y
de levantar la voz, consigue encender los ánimos de su compañero con la
indiferencia hacia sus argumentos vacíos e insulsos.
Mejor momento: ¿Cuánto hace que ya ni me oyes, ni me ves… ¡Niégalo! Que
ya tus manos ni se acuerdan de mi piel, que no me has vuelto a hacer sentir una
mujer, no seré más para ti esa muñeca a la que sólo hay que vestir… // Por eso
no, ya no voy a pelear, y te pido disculpas si es que te ha molestado mi manera
de hablar… pero eso sí… decídete ya… empieza a cambiar tu manera de ser o no
me ves más”
NOTA: 10
SOLA CON MI SOLEDAD
Y si antes era Joaquín quien se
lucía cantando en solitario ahora es el turno de la fémina del grupo. Lucía
canta una canción que yo infinidad de veces me he cantado a mí misma, aunque
ella desde una perspectiva distinta: la del artista. Cuesta digerir la soledad,
ese ser abstracto que parece convertirse en tu mejor amiga, pues es tu única
compañía, pero que al mismo tiempo se convierte en el ser que te destruye, te
anula y no te permite salir adelante. Esta canción es una conversación con esa “nada”
que le acompaña y con un mensaje rotundo al final… (¿Y qué decir de ese
saxofón?)
Mejor momento: “… ya no quiero verte”
NOTA: 10
Como si de una partida de pócker
se tratara el jugar las cartas en la partida del amor es cuestión de audacia y
buen temple. Abusar de la confianza en nosotros mismos nos puede deparar un
final inesperado e indeseado. “No entiendo al amor” es el resumen de la
incomprensión. ¿Cómo si lo hicimos de diferente manera hemos tenido el mismo
resultado de siempre? Todo se vuelve a desmoronar… y eso nos obliga a
plantearnos si no es mejor retirarse para siempre.
Mejor momento: “(Aposté todo lo que tenía por ese amor, me jugué por
entero la vida sin temor. Yo tenía las cartas más altas, era ganador… No podía
perder, no podía ¡No señor!) // No hubo trampas ni suyas ni mías, solo amor… en
la mesa tan sólo había comprensión, pero un día cambió nuestro juego sin razón
y el error nos costó la partida… y todo se llevó”
NOTA: 9.5
http://www.youtube.com/watch?v=4GAmI4paY04
IGUAL QUE PERROS Y GATOS
Para concluir un tema cantado a
dúo, con un contenido y una psicología impresionante en cuanto a “manuales de
pareja” se refiere. Describe claramente esa situación en la que el amor se va
pudriendo, pues se ha dejado morir. Las culpas comienzan a recaer en unos y en
otros pero nadie se atreve a aceptar que es cosa de dos. Perfecta analogía en
lo que a la relación de perros y gatos se refiere para hablar de esta situación
basada en la mutua destrucción. Escúchala con los ojos cerrados y dime que no
te has emocionado.
Mejor momento: “Como perros y gatos mostramos las uñas, los dientes,
tratando de los dos ser el más fuerte y ahora el miedo nos hace temblar… //
Pero siempre la vida fue así, se desea lo que ya no está, aunque a veces recién
te das cuenta cuando es tarde ya”
NOTA: 10
PUNTUACIÓN FINAL: 9.85
Es evidente que estamos ante uno de los discos más elegantes de su
carrera. Para mí, es el más especial, pues con este trabajo les descubrí y al
mismo tiempo descubrí una faceta de mí misma: el amor por la música y la
interpretación. Todas las canciones son perfectas de cabo a rabo y, a día de
hoy, no hay parangón en toda su discografía a este “Lucía y Joaquín” tan
redondo.
10!!! Pleno! La primera vez que veo que puntúas a un disco con la nota máxima. Habrá que escucharlo!!
ResponderEliminarUn saludo!
Sí!!! Y no lo exagero!!! Todas las canciones me parecen fantásticas... Quizás haya engordado un poco "Amiga del alma" y "No entiendo al amor" y la nota real sea un 9.9, pero por una décima... jajajaja... Sí!!! Escúchalo y me cuentas que te ha parecido!! :)
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