En menos de dos años, David Bisbal le encontró reemplazo a su primer
disco. Nuevamente de la mano de Kike Santander, David se vestía de valor para
enfrentar una nueva aventura junto a Bulería, que vio la luz el 10 de Febrero
de 2004. 12 canciones inéditas, embebidas entre ritmos latinos, rumba y
flamenco, fueron las elegidas para dar continuación a su carrera. Bisbal volvió
a acariciar el cielo con esta nueva producción y un segunda disco de diamante
en España le fue entregado como premio a las más de 1 millón de copias
vendidas. Pero eso no fue todo, los discos de oro y plantino se fueron
sucediendo a medida que “Bulería” arribaba a nuevos destinos, tales como
Venezuela, Argentina, Uruguay, Ecuador, México… etc.
Nadie le criticó a Bisbal que su
primer disco se decantara por los ritmos más latinos, sin embargo, parece ser
que David extrañaba a su Andalucía querida y por ello, este disco tiene tanto
de España. Flamenquito y bulería es lo que encontramos en esta pasional
canción. Vino, sangre ardiente, fuentes de agua pura, la playa, el olor a sal
del mar… todo ello se amalgama para crear ambiente y describir la pasión y la
locura que embauca a esta relación tormentosa a la par que imposible de
rechazar. Repetimos la fórmula del
estribillo que entra repentinamente y se convierte en un soniquete imposible de
repetir… “Bulería, bulería…” (Me sobra bastante ese punto freaky flamenco de “Ay
Virgencita del cielo, como la quiero…”)
Mejor momento: “Ganas, de vivir aquí a tu lado, a tu cuerpo encadenado
hechizado de pasión”
NOTA: 7.0
PERMÍTAME SEÑORA
La primera balada del disco, es
para mí, una canción extraña de analizar. Un triangulo amoroso en toda regla
entre una pareja y una tercera mujer que viene a ser la gran sorpresa. Muy Luis
Miguel, así podríamos definirla, pues más que balada parece un bolero de esos
que perfectamente podrían encabezar una telenovela de allende los mares. A
pesar de ser un tema muy muy bonito, creo que no encaja demasiado en la imagen
que Bisbal en esos momentos tenía. ¿Una canción dedicada a un público más maduro?
Podría ser… Insisto… sigue pareciéndome preciosa.
Mejor momento: “Hay otra mujer, que ocupa mi corazón, nació de su ser,
en su vientre la engendró, y cuando yo la miro, y cuando la veo a usted, me
creo que sea imposible, que engañe a esa mujer”.
NOTA: 10
Saltamos al petardeo al más puro
estilo “Lloraré las penas” o “Ave María”. Con una producción mejorada, eso sí,
David vuelve a insistir en la idea de que el amor hace estragos en su cuerpo,
martirizando su corazón con latinos de lo más potentes. ¡Imposible no bailarla!
Pero no deja de ser eso… una canción para bailar y bailar… que no cuenta más
que una historia de amor más.
Mejor momento: “¿Dónde estás? Tan solo dame un poco más, de la miel que
me envenena de pasión.
NOTA: 7.5
ESTA AUSENCIA
La primera vez que escuché esta
canción lloré, y si no me contengo juro que volveré a hacerlo. ¿Cómo manejar la
ausencia, el saber que no se volverá? ¿Cómo coser un corazón en hemorragia
permanente? Esta canción es el desgarrado testimonio de un amor que sufre la
cruz de verse enterrado por la impuesta distancia que mata, lentamente y con
mucha agonía, toda esperanza de regresar.
Mejor momento: “Ya lo ves, tu partida no condujo a nada, porque nada es
el tiempo a la sombra de mi soledad, que daría por verte y olvidarlo todo”
NOTA: 10
Rumbita de la rica, que viene a
ser un poco más de lo mismo pero con más saborcito andaluz, a tendido y a
guitarra española. ¿Quién es capaz de desprenderse de esa mirada que un día flechó
tu corazón? ¿Cómo olvidarte de ese cuerpo que un solo gesto te volvía
completamente loco? ¿Y qué me dices de esos labios, ese olor a pureza y a
hembra de raza? ¡Volvemos a bailar sin pensar más que en una oportunidad de
amar!
Mejor momento: “Como una flecha aquí en mi pecho quedo grabado su
misterio, el conjuro de sus besos se encendió en la tentación”
NOTA: 8.5
ME DERRUMBO
Derrumbada quedo cada vez que la
escucho. ¡Cuánta sensibilidad, por Dios! Solo la primera parte de la canción ya
me resulta devastadora. Hace poco viví en mis propias carnes esta emoción y sé
lo que cuesta levantar la cabeza. Adoro la instrumentalización, tan sútil y
elegante, marcando el tempo que le da fuerza y aplomo al mensaje. Fabulosa.
Mejor momento: “Yo quise imaginar que sabría esperar, engañándome sin
más. Siento tanta soledad que no veo ya el final de esta eterna ansiedad”.
NOTA: 9.5
El problema que tienen las
canciones de petardeo, es que después de “Bulería”, “Oye el Boom” y “Cómo
Olvidar”, llegamos a otra que es más de lo mismo. Sufrir por amor y suplicar una
nueva oportunidad. No aporta nada nuevo, ni siquiera musicalmente hablando, al
conjunto del álbum. Si la analizamos como un tema individual, no dudamos que se
trata de una buena canción, con ritmo y un estribillo atractivo, pero… no tiene
nada más.
Mejor momento: “El tiempo se nos va, y nunca volverá, ven que mi
corazón no puede más”
NOTA: 7.5
SE ACABA
¿Por qué otra balada triste? ¡No
me lo explico! Es finalmente lo que termina por desvirtuar el disco. Otra gran
balada, muy “Luis Miguel” como lo era “Permítame señora”, pero nuevamente
deprimente y sobrecargada de desamor. Habiendo otras, no te quedas con esta
como la mejor. Podríamos decir que es un tema digno de ser considerado “de
relleno”.
Mejor momento: “Cuando das amor de menos y exageras los olvidos, se
pasan los detalles sin querer”
NOTA: 7.5
¡Adivinad! Exacto… volvemos a
mover el esqueleto. Esta vez bajo la tensión de la seducción nocturna, toparte
de frente con alguien que embauca tus sentidos de tal forma que pareces preso
de los impulsos para recónditos e instintivos de la especie humana. (Es una
canción que corre el riesgo de provocar dolor de cabeza. Creo que hay un poco
de abuso de “alaridos” de Bisbal y de los coros)
Mejor momento: “Me reservo el derecho a callar, si el amor es un sueño
de locos, que me acusen de loco de atar”
NOTA: 7.0
DESNÚDATE MUJER
¡Sí! ¡¡¡Llegó!!! Llegó el mejor
tema, y casualmente el único en el que David colaboró como compositor… El que
marca la distinción con el resto. El soberbio, el diamante escondido, el tema
olvidado y que no fue considerado como single (lamentablemente) La incitación a
la infidelidad más hermosa que jamás escuché. Sexual, romántica, y pasional.
Mejor momento: “Deja que tu instinto rompa en erupción, yo sé que lo
deseas como lo deseo yo. Desnúdate mujer, hoy vas a ser infiel, cuando mis manos
te deshojen, conocerás la libertad”
NOTA: 10
No me gusta NADA como empieza…
Esos intentos de David se sonar flamenco, por mucho que se esfuerce, no le
queda bien. ¿Por qué tratar de engañar con esa introducción semi bulérica para
cantarnos, OTRA VEZ, una canción totalmente Luismiguelera? La última balada que
se salta la tónica “canción movida” – “balada”. Como lo fuera “Se acaba”, esta
condena de amor es una canción más, nada especial… quizás un tanto eclipsada
por su predecesora.
Mejor momento: “Sentenciado a quererte, el dolor de no verte, no lo
puedo evitar, solo espero alguna vez volver a ti, pues no se vivir, desde el
mismo día en que te perdí”
NOTA: 7.5
El tema que resume a la perfección,
en su primer verso, el concepto general del disco “Amores del sur con ritmo
latino”. Así como comenzó concluye el
segundo disco de Bisbal, con Andalucía y su sol inmaculado tiñiendo cada
segundo de la rola. A mí, esta canción, nunca me dijo demasiado, pero como
cierre funciona perfectamente.
Mejor momento: “Tus bailes prohibidos me hacen perder la razón”
NOTA: 6.5
PUNTUACIÓN FINAL: 8.08
Creo que el mayor hándicap de este segundo disco, que aunque sigue
siendo espectacular, pues para algo tiene un notable como puntuación final, es
la poca variedad de ritmos con los que cuenta. A pesar de tener 6 baladas y 6 canciones
movidas, prácticamente todas son iguales entre sí en su género. Las baladas a
excepción de una, todas tristes, de desamor y dolor, mientras que las más
latinas, son las que se desesperan por el amor de una mujer. Por como está
distribuido el disco, y esa “unanimidad” de temas, hace que en ocasiones sea
bastante monótono. Además, creo sinceramente que se ha abusado de los agudos de
Bisbal. Un sonido más puro, limpio y etéreo hubiera resultado más elegante y
menos alocado. Con todo, “Bulería” merece la pena solo por escuchar “Esta
ausencia” o “Desnúdate mujer”.
Ya sabes que en este caso no coincidimos, ya que me gustan más los uptempos latinos de Bisbal que las baladas... pero buena crítica!!! =)
ResponderEliminarSí, sabía que me iba a pasar contigo jajajaja... Gracias rey!!!
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