Poco menos de un año después del lanzamiento de su disco aniversario,
Pimpinela lanza un nuevo álbum al que nombraron 92, con la clara intención de
decir que se trataba de una nueva era y que ese año se iniciaba el nuevo camino
del dúo, hacía otro concepto menos agresivo y más elegante. Sería el último
disco bajo el sello de “Epic” que grabarían los hermanos Galán y, por primera
vez, trabajarían bajo la realización de Roberto Livi (compositor de más de la
mitad de los temas del disco) ¡Descúbrelo aquí!
HEROÍNA SOLITARIA
Primer single del disco, primera
referencia a la composición de Roberto Livi y Alejandro Vezzani. A modo de
narradores, Lucía y Joaquín nos cuentan la historia de una mujer que sufre por
amar a su jefe, que no le más que como a una secretaria. Personalmente, no me
atraen demasiado esas canciones en las que Pimpinela pasa a ser la narradora de
una historia protagonizada por un tercero. Además, el estribillo es un poco
cargante. No obstante, agradecemos que al menos tuviera video clip J
Mejor momento: “Ella sabe que ese amor es camino hacia el dolor, es
querer tocar el cielo con las manos”
NOTA: 6.5
¡Me fascina! Su
instrumentalización me cautiva desde el primer segundo, y como un torrente de
agua que no te suelta, la voz de Lucía te mete dentro de la canción sin poder
salirte de ella. Las peculiaridades del amor, sus prepotencias, sus misterios y
sus incongruencias vienen a desestabilizar nuestra paz cuando creemos que ya no
podemos amar de nuevo. ¿Por qué amar tanto y tan intensamente? Me encanta.
Mejor momento: “Amor qué cosa loca, el que corre en nuestras venas, un
fuego aquí en la sangre que nos gusta, que nos quema… Es como cuando sientes
que te lleva la corriente, amor, amor…” (…) “¿Por qué será que te amé de esa
manera, que me fui detrás de ti, por quererte, porque sí, sin al menos preguntarme
qué iba a ser de mí”
NOTA: 9.5
OTRO TEMAZO. No puede ser
definido de otra manera… ¿Cómo sino explicar ese principio, ese estribillo, o
ese final? La extraordinaria confesión de una mujer de su vida paralela con
otro hombre, creada por la desidia y el desinterés de su pareja. Un tema
fuerte, comprometido, encerrado en una elegancia inusitada… Un soplo de aire
fresco, una bocanada de realidad que abofetea conciencias. Fascinante.
Mejor momento: “Qué ganas de no verte nunca más, aunque me muera”
NOTA: 10
DA LA CARA
Y de temazo en temazo y tiro
porque me ha tocado. Otra vez, lo hacen otra vez, pero dándole la vuelta a la
historia. Lucía se enfunda la chaqueta de la amante, mientras él sigue siendo
el infiel por naturaleza. ¿Cómo reaccionará cuando se dé cuenta de que su
amante le da el ultimátum de contarlo todo? Una conversación telefónica con un
propósito sin reversa. La vida de un hombre queda expuesta en la picota… ¿Qué
hacer?
Mejor momento: “Sé que estás ahí oyendo todo, sé muy bien que estás ahí
muerto de miedo, atiende si no quieres, que tu mujer se enteré, quién duerme al
lado suyo, la clase de hombre que eres”
NOTA: 10
Casi en el ecuador del trabajo
nos encontramos con una de esas canciones que yo llamo “María”. Otra
composición de Roberto Livi enfocada desde una perspectiva individualizada.
Enfrentar la realidad sin la pareja que compartió los últimos años de nuestra
vida, pero que no puede volver porque esa relación no se sostiene de ninguna
manera. Me gusta mucho la idea, incluso la letra, sin embargo creo que no tiene
la fuerza que podría tener. Además, se hace algo larga por la repetición
constante del estribillo en la parte final.
Mejor momento: “La razón y el corazón van a luchar como enemigos”
NOTA: 6.5
“No… no digamos que esto aquí se
acaba…” Y listo, ya estás completamente enganchada. ¡Cuánto dolor se respira en
esta canción! ¡Qué despedida tan triste y bucólica! Como bien ocurre en otras
interpretaciones del dúo, “No vale llorar” es de esas canciones que te
enganchan en la estrofa pero que te sueltan en el estribillo. Preciosa.
Mejor momento: “Sé que nos hemos hecho tanto daño, que creemos, que
juramos, que no tiene solución”
NOTA: 9.0
COMO LA TELE
El momento “Cuánto te quiero”, el
“Esa chica y yo” o “Juan Valentín” llega en esta fabulosa canción en clave de
humor negro. ¿Se puede comparar a una mujer con un televisor? Joaquín intenta
hacerlo, amparándose en que las mujeres hablamos mucho (¿Será verdad?) y Lucía
responde con su ingenio viperino. ¡A bailar! ¡A sonreír! ¡A disfrutar!
Mejor momento: “Si eso tú realmente quieres, vete con tu televisor, y
pídele que te cocine o que te planche un pantalón, dale besitos por las noches
y presta mucha atención, no vayas a electrocutarte, cuando le hagas el amor”
NOTA: 9.0
La zona de confort de Pimpinela
entra aquí, volvemos a la carga con las composiciones del dúo (como lo hiciéramos
con “Da la cara”) y… se nota. Sentimiento a borbotones encontramos en este tema
que nos habla de los ecos de la soledad. No es que sea uno de los temas más
reseñables del disco por aquello de que creo que le falta un poco de impacto,
de fuerza o gancho, pero quizás sí uno de los más emotivos. (Prendada me
encuentro de ese saxofón)
Mejor momento: “He guardado un espacio en mi memoria y un lugar en mi
alma a nuestra historia”
NOTA: 8.5
NI LOCA
GRANDE. INMENSA. FABULOSA. El
mejor tema del disco junto a “Qué ganas de no verte nunca más”. Me quedé
ensimismada al escucharla desde el primer instante porque me recuerda tanto a
su álbum “Lucía y Joaquín”… Elegante, visceral y arrolladora. La cordura
intentando placar una proposición completamente demente. Me resulta extraño que
no fuera considerada como single, porque es SUBLIME. (Para muestra un botón)
Mejor momento: “Es inútil, hoy solo eres un desconocido, es inútil, es
como si no hubieras existido”
NOTA: 10
Al principio creí, que como otras
del disco, ésta no era más que otra canción de relleno. ¿Realmente lo es? Bueno,
depende de cómo lo veamos. Una historia de amor que consigue compón luego del
raciocinio y la reflexión, muy bella eso sí, pero con un estribillo que no
engancha tanto como sus estrofas (a pesar de ser muy pausadas) Creo que es una
canción que gana con las escuchas, así que… ¡Escucha! ¡Escucha!
Mejor momento: “De repente, me puse loca, y le dije que se fuera para
siempre”
NOTA: 8.5
¡Y que llegue a llorar cuando la
veo interpretada! ¡Gran composición de Roberto Livi para dar el broche final a
un disco… diferente! Los corazones quebrados necesitan apoyo, pero también una
voz crítica que las dirija hacia la luz por más que eso nos consuma de dolor.
Precioso ejercicio de reflexión… Llega al corazón.
Mejor momento: “Amigo tengo el corazón herido, el hombre que yo quiero
se me va, lo estoy perdiendo, estoy sufriendo, llorando de impotencia, no puedo
retenerlo”
NOTA: 9.5
PUNTUACIÓN FINAL: 8.81
Un gran paso hacia delante el que han dado con este disco. Desde luego es
un trabajo muy bien dirigido aunque, para ser justos, no es lo 100 % Pimpinela
que quisiéramos que fuera. Es evidente que Lucía y Joaquín ya no son los
veinteañeros de los 80, pero en la madurez no está únicamente la serenidad que
dan los años. Sigue faltándome garra, incluso en temas como “Da la cara” o “Ni
loca” que tienen un fuerte componente de tensión en sus letras. Con todo, uno
de sus mejores discos de la década de los 90. Fabuloso.
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