María
Rozalén nos abre las puertas de su familia en este tercer disco que
es, sin duda, el más personal y especial de su carrera hasta el
momento. 11 nuevas historias componen este trabajo que retoma las
raíces de la música popular española combinándose con ritmos
actuales. Una carta de presentación cargada de energía como es
“Girasoles”, nos descubre un mundo de amores prohibidos, dolores
enquistados e historias de eterna generosidad. El protagonismo en
esta ocasión no se encuentra únicamente en la voz de Rozalén, sino
en la sabiduría y la memoria de su abuela, a la cual María dedica
este álbum, por ser su luz e inspiración, y por contarle todos los
pormenores de vivencias reales que merecían tener su canción y
sobre todo, salir del baúl empolvado del tabú. Para la creación de
este disco, contará con la impresionante voz de Kevin Johansen y
homenajea a Violeta Parra con su “Volver a los 17”. Si aún no
conoces este “Cuando el río suena...” simplemente dejate
llevar...
LA PUERTA
VIOLETA
Violeta,
el color de la mujer. Una puerta y un color. Una declaración de
intenciones en toda regla. Una puerta para huir. Un color que se
asocia, lamentablemente, con una lacra, una cruda realidad: el
maltrato. Con suma delicadeza, y un dolor latente enraizado en las
cuerdas, Rozalén encarna en primera persona el tormento de una mujer
maltratada, entre versos cargados de duras metáforas y un mensaje
esperanzador: la tan ansiada y alcanzable libertad... dar el paso,
nada más.
Mejor
momento: “Pero dibujé una puerta en la violeta en la pared y al
entrar me liberé como se despliega la vela de un barco”
NOTA: 9.5
DRAGÓN
ROJO
No
lo tomes a mal, pero necesitaba de ti para olvidarme un poco de mí,
de mi historia, de él. En esta borrachera emocional damos
explicaciones ante un momento de flaqueza, de pecados que se antojan
agradables, de vibrantes pasiones que permiten ahuyentar de la mente
una realidad que ha dolido, y de la que necesitas distanciarte para
poder respirar. La traición se torna en carne y bálsamo para el
desasosiego. Un escape fugaz...
Mejor
momento: “Te juro que no quise sentir nada, sólo escribir una
canción, vengarme en otro cuerpo parecido...”
NOTA:
10
GIRASOLES
Ritmos habaneros nos recuerdan que lo importante es la
gente buena, el mirar hacia delante y encontrar la auténtica
felicidad. Todo consiste en salir del hoyo luego de rememorar,
reflexionar, aprender y purgar todo lo malo, lo justo y necesario,
sin regodearnos y sin perder la fe en la humidad. Una canción de
amor por la vida y por la bondad de la humanidad.
Mejor
momento: “Así que le canto a los valientes que llevan por bandera
la verdad, a quienes son capaces de sentirse en la piel de los demás,
los que no participan de las injusticias, no miran a otro lao, los
que no se acomodan y los que riegan siempre su raíz.”
NOTA:
9,5
JUSTO
Justo...
Ese es el nombre que aflora de la boca de la abuela de Rozalén al
contar una triste historia. Un joven muchacho que en la guerra hubo
de ir al frente y que... nunca volvió. Parece que recientemente
encontraron su cuerpo en una fosa, lugar donde no hubo de estar
nunca. Su historia sirve como ejemplo del silencio, un silencio
impuesto, amordazado, un silencio que llegó a ser sinónimo de
seguridad, pues abrir heridas en un pequeño pueblo de la mancha en
tiempos pasados podía significar la muerte. Los susurros iniciales,
con ese sonido tan característico de los antiguos vinilos, y esa
copla final, nos trasladan a uno de los regalos más preciados de
este “Cuando el río suena” de título nada casual... pues agua
lleva... agua que ahoga voces con mucho que contar...
Mejor
momento: “Calla, no remuevas la herida, llora siempre en silencio,
no levantes rencores, que este pueblo es tan pequeño... Eran otros
tiempos”.
NOTA:
10
LA QUE
BAILA PARA TI
Siempre
creí que lo lograríamos. Siempre pensé que esto era para siempre,
pero un día decidiste que no fuera así y lo tuve que aceptar. Créeme
que lo intento, pero mi mente traicionera no me permite dejar de
pensar en ti, y entonces mi cuerpo reacciona y se duele, y me hiere,
y entonces quiero... odiarte, que sufras... como sufro yo. Pero
no... no puedo permitir que esta rabia me atore a ti y me impida
vivir, yo también tengo derecho a vivir, a seguir... aunque sea sin
ti.
Mejor
momento: “Yo que no te quise odiar lo que deseo es que se cierre tu
garganta y que te duela fuerte el pecho como me duele a mí... // Me
desprendo de esta lanza que este odio es el que mata y la rabia
también ata y ya es hora de dejarnos ir...”
NOTA: 9.5
ANTES DE
VERTE
Borrachera
emocional. Pasiones efervescentes. Nociones que se pierden y mensajes
que se quedan en el aire. Quiero y no puedo, porque me nublas, me
distraes y alborotas. Un mundo paralelo sin concreciones pero con una
instrumental que te sumerge, te embriaga, te embruja y posee hasta el
clímax emocional más intrépido y travieso. Cautivadora.
Mejor
momento: “Siempre me emborracho antes de verte, sin tomar una gota
de alcohol, canto para dentro todo lo que te diré, pero siempre que
te encuentro, me quedo sin voz”.
NOTA:
10
TU NOMBRE
Te
lo dije. Lo sabía. ¿Lo ves?... ¿Quién no ha oído eso antes? Y
quién no habrá tenido que decir... Pues sí, tenías razón, me
equivoqué y dolió... ¡Vaya si dolió! Raza Rozalén por los cuatro
costados. En este guiño mexicano, se lamenta de su mala suerte en el
suerte. Un triple diálogo que juega entre la balada y el mid-tempo
rumbero del estribillo. Trepidante sería la palabra que la define,
porque el humor en la lírica está más que patente. Reírse de uno
mismo, no hay nada más sano.
Mejor
momento: “No me quieras tanto y quiéreme mejor”
NOTA: 10
EL HIJO
DE LA ABUELA
Otra
magnifica historia, esta perteneciente a su propia familia. Cuenta la
historia de Miguel, un joven vasco que fue señalado injustamente
tras un atentado de ETA y deportado al pueblo materno de Rozalén,
Letur. Con una métrica fascinante relata los pormenores de la vida de
este muchacho, que encontró en la casa de la abuela de María cobijo
y una segunda familia, que no le preguntó por su pasado y lo aceptó
tal cual vino. Un acto de enorme generosidad que cuenta con una
canción en la que esta bendita mujer interviene, voz en off,
expresando la razón de tal misericorde gesto. Gracias, por ser
humana.
Mejor
momento: “Del árbol del dolor nació un amor invencible”
NOTA:
10
AMOR
PROHIBIDOS
Sin
duda la canción más preciosa de todas las que podamos encontrar. La
historia de dos personas que se aman, a pesar de la adversidad. Los
padres de Rozalén. Su historia. Él cura y ella una muchacha del
pueblo. Resuelta en un lenguaje que clama al cielo por lo acertado y
original, nos enreda sin darnos cuenta en lo que sería un amor de
película. PRECIOSA.
Mejor
momento: “Él adivino un destino en su cara, Ella intuyó su cruz”
NOTA:
10
VOLVER A
LOS 17
Es
la única versión del disco, homenajeando a una de las cantautoras
más admiradas por Rozalén: Violeta Parra. A mí personalmente no me
decía absolutamente nada, y me sobraba por completo del disco. Llegué a pensar que era prescindible. Pero tras escucharla en un concierto, si bien se me hace un poco larga, me gustó lo suficiente como para aprobarla.
Mejor
momento: ”Al malo solo el cariño le vuelve puro y sincero”
NOTA:
5.0
RESPECT
Drum
and Bass al que tampoco encuentro sentido alguno. Totalmente
prescindible del disco, no me aporta absolutamente nada, y creo que
podría haber sido empleado este espacio en otra creación que seguro
se habrá quedado descartada en lo profundo de un cajón. Una
lastima.
NOTA:
1,0
PUNTUACIÓN
FINAL (sin contar Respect): 9,35
Es un
disco simplemente magnífico. Todos los temas a excepción del último
(incluido Respect) son auténticas obras. Ninguna sobra, pues todas
aportan ese toque de realidad, frescura, sentimiento, historia,
sinrazón, o locura que lo vuelven tan completo y esencial. Debería
estar presentes en todas las discografías del país, porque recuerda
el pasado que nunca se debe olvidar, y aborda un presente desde una
perspectiva necesaria. Dedicación, aprendizaje, madurez, y vuelta a
las raíces de “Con derecho a...” después de la pequeña caída
de “Quien me ha visto...”. Sigue cosechando éxitos Rozalén,
nosotros estaremos a tu lado para nunca dejarte caer, y gracias,
muchas gracias por tu generosidad.
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