Pilar Sánchez Luque, más conocida por todos como Pastora Soler, es una
cantante sevillana que si bien hace poco nos representó en el Festival de
Eurovisión con el tema “Quédate conmigo” se consagró definitivamente en el
panorama musical, ya contaba con una dilata carrera a sus espaldas para
entonces. Esta cantante de voz prodigiosa, es capaz de hacerlos sentir lo más inesperado
gracias a su música, que se mueve entre la copla, el flamenco y el pop. Con tan
solo 8 años, Pilar Sánchez Luque publicaba un LP, “Gracias Madre”, compuesto
por 5 sevillanas íntegramente dedicado a las madres, por muy pocos conocido y hoy
por hoy material de coleccionista, pero fue en 1994, con su primer disco
oficial “Nuestras coplas” que comenzó a subirse a los escenarios versionando
con su voz las coplas más populares, luego de firmar su primer contrato con la
discográfica Polygram. A ello le siguió el álbum “El mundo que soñé”, en 1996,
donde también cantaba temas muy conocidos como “Háblame del mar marinero” y aportaciones de artistas consolidados como
Eros Ramazzoti, Manuel Alejandro…
“Fuente de luna” es el tercer trabajo de la cantante, y el primero que
vamos a analizar de su discografía. Tras abandonar su discográfica, Pastora
Soler firma por Emi y se sumerge en la creación de un nuevo proyecto, cuyo
resultado final son 9 temas completamente inéditos, con un fuerte estilo flamenco-pop,
aunque sin olvidarnos de un cierto regusto árabe. El álbum, publicado en 1999 y
producido por Manuel Ruíz “Queco”, logró alcanzar el número uno no sólo en las
listas españolas sino también en las listas turcas. Su primer gran éxito a
nivel estatal vino de la mano de su primer single “Dámelo ya”, y le ayudó a
vender más de 120.000 copias.
Al-ándalus resurge de sus
cenizas, clavada en las notas de los coros (lelelerelelelele) y las guitarras
españolas… Un sabor mozárabe, se entrega al flamenco-pop, mezclando su pasión entre
quejíos del corazón y su cortejo en un vocabulario calé y andaluz (“embrujá”, “verita”).
Un sonido de otros mundos, para un sentimiento obsesivo y recurrente, una
espiral de deseos con un mismo vértice… la imposibilidad del olvido.
Mejor momento: “Te llevo clavaíto en las entrañas, en la luz de mi
esperanza y a la vez, mi oscuridad”
NOTA: 6.5
LA BRISA
¡Cómo me recuerda esta canción a
los comienzos de “Nuria Fergó! Esa intención de resultar dulce, afectada y
flamenca al mismo tiempo… Un tema muy flamenco que comienza y se mantiene en un
“quiero y no puedo”. Lo que le falta es intensidad, un increzzendo como Dios
manda, pues la ausencia de la persona amada no es más que un vacío desolador
que pide una llamada de socorro, de atención a voz en grito. Una lírica bonita,
pero le falta actitud e intensidad.
Mejor momento: “Siento el negro de tu mirada clavarse en mi corazón
será que estoy enamorada”
NOTA: 6.0
Un tema que funciona, muy buen
primer single y por supuesto, muy a la moda de entonces. Flamenco-pop, muy
andaluz y con esa reminiscencia a Arabia en su aporte a la bella Andalucía del
cuidado de sus jardines. No obstante, se queda un poquito floja también. Al
igual que a las anteriores, le falta intensidad, pero su ritmo pegadizo lo
suple elegantemente. El amor… la impaciencia… la decisión por querer
arriesgarse y disfrutar… No pensar en nada más…
Mejor momento: “Ya ves, que por ti vivo colaíta como una loca… Si es
bueno dámelo, dámelo, dámelo ya… besa mi boca”
NOTA: 6.5
SOLO POR AMARTE
Elevamos el nivel del álbum con
uno de sus temas más claramente flamenco del álbum. Una balada con quejío, con
intención y cargada de reproches e insinuaciones. Hay veces que por amor
abandonamos el rumbo que llevaba nuestra vida dejando atrás lo que fuimos por
complementarnos con la persona amada. Pero… ¿Qué pasa con nosotros cuando todo
aquello por lo que luchamos se rompe luego de una traición clara y evidente?
¿Qué es de nosotros? Exigir una explicación es lo menos que podríamos hacer.
Mejor momento: “No soy tan idiota, para entender que hay otra. Deja que
te diga que va pasando el tiempo. Cuando estoy contigo, yo caigo en la cuenta
de que no hay un día que merezca la pena”
NOTA: 7.0
En el ecuador del álbum parecemos
pisar arenas del desierto. Me recuerda al sonido de las canciones de “Aprendiz”
de Malú. Uno de los temas en los que más podemos apreciar el potencial de
Pastora. En forma de balada, reconocemos la imposibilidad de querer a medias, a
escondidas o midiendo cada una de las acciones que cometemos por miedo a que
todo salga a la luz. La angustia, el dolor y la desdicha que trae consigo ser
la otra, la oculta, la que simplemente se encarga de dar calor a unas sábanas
cubiertas por la escarcha de una relación afectada por un frío polar extremo. (A
pesar de su belleza e intención, carece de la fuerza que podría tener con un
arreglo más sofisticado)
Mejor momento: “Te quiero, bien lo sé que te quiero, somos dos vidas en
contra del tiempo, siempre a escondidas, siempre temiendo que un día descubran
lo nuestro. Te quiero, solo sé que te quiero, y me trago el orgullo, y me muero
por dentro, fingiendo que todo puede ser perfecto, aún sabiendo que no hay un
día sin dolor”.
NOTA: 7.0
DIKI DIKI
Pastora canta con una fuerte
impronta coplera… se nota en la voz, afectada (como viene siendo habitual en
este disco por lo que podemos comprobar) para hablarnos, nuevamente, de un abandono,
del sufrimiento y la nostalgia… entre conversaciones de preguntas sin
respuestas con la luna, astro testigo de tantos amores furtivos y noches de
pasión arrebatadora. Una bonita canción, aunque sigo sin entender eso del “Diki,
diki”…
Mejor momento: “Te marchaste aquella noche, eran las tres de la mañana,
y aquél adiós, fue un cuchillo entrando al alma. Me dejaste con la lluvia y el
dolor en la mirada. Te llamé, pero no volvías la cara”.
NOTA: 4.0
Y del “Diki, diki”, pasamos al “Tonchili,
tonchili, tonchili”… (Si os digo la verdad no tengo ni idea de lo que
significa, pero… ¿He de suponer que es algo relacionado con la cultura de la
antigua Arabia?) Muy en la línea de “Fuente de Luna”, otra canción de amor cantada
desde la distancia de dos corazones que están separados pero que no muere a
pesar de todo. Nada del otro mundo, en realidad.
Mejor momento: “Lo siento yo en la piel, que hay cosas del querer que
van sin entender, curando heridas”
NOTA: 4.0
CITA CON LA SOLEDAD
El tema más pop del álbum,
ciertamente alejado de la copla y del flamenco. Altos y bajos le dan forma a
una confesión, a una disculpa por defraudar y romper el corazón de un amigo. El
amor dispone y no siempre sus incisivas balas aciertan en la misma diana. ¿Cómo
decirle “no” a un amigo? ¿Cómo no renunciar a unos abrazos, besos, y carantoñas
seguras, cuando de lo contrario la conciencia te lo recriminaría? Pastora…
elige la soledad a engañarte y hacerte trizas el corazón.
Mejor momento: “Abrázame amigo, abrázame más fuerte que siento que voy
a perderte, como se pierde la primavera. Marchitando entre tus brazos, la
ilusión en mil pedazos. ¿Por qué no escondiste el amor, en tus ojos y no en el
corazón?”
NOTA: 5.5
Cerramos la fuente de luna con “Si
tú supieras” una nueva balada. Quizás pueda resultar un tanto pretenciosa
líricamente hablando, pero desde luego vocalmente se trata de una de las
mejores interpretaciones del álbum. La voz del reproche y de la punzada en el
alma por la traición de una amiga, que olvidándose de todo y de todos, decide
arrebatarte lo que más quieres… Ahora el arrepentimiento poco dice de nosotros,
pero al menos los errores cometidos pueden comenzar a enmendarse siempre que sepamos
verlos en uno mismo. (Quizás se le podría reprochar que en ocasiones la base
músical enmascara la voz de Pastora y que hay puntos de la letra que no tienen
mucho sentido, gramaticalmente hablando, lo cual nos impide en ocasiones
comprender la historia que se esconde tras ella)
Mejor momento: “Sólo espero que te guardes el orgullo y la vergüenza, y
decidas perdonarte dando un paso hacia delante esta vez”
NOTA: 6.0
PUNTUACIÓN FINAL: 5.83
Es un álbum de raza. De comunión
de las culturas cristiana, calé y árabe. Logra a su vez un sonido que podría
funcional a nivel internacional, (salvando las distancias de lo que podría ser
la oferta de hoy día, evidentemente) No hay malos temas, tampoco excesivamente
buenos. Es un disco correcto para la época en la que fue concebido, aunque peca
de ser un tanto monótono y de no explotar la voz de Pastora en toda su
extensión. Instrumentalización fresca pero un baño de tristeza y angustia en la
mayoría de los temas, lo que lo convierte en un manifiesto de pena tras pena.
Se extraña un poco más de variedad musical. Un buen comienzo… para lo que será
una carrera apoteósica.
Empiezo diciendo que no soy seguidor ni fan de ella, pero sí que conozco cada uno de sus discos. De este recuerdo sólo "Dámelo ya", que sonó mucho entonces, y la recuerdo de tv en tv (cuando se hacían promos a rabiar en los programas) cantando ese tema, que me hacía gracia y me aprendí entero, sólo de oirlo en tv y radio.
ResponderEliminarJajajaja.... La verdad es que es hiper pegadizo... y en internet hay muchisimos vídeos de esa promo.
EliminarMás adelante, verás como Pastora va evolucionando... Es una grande!!!